Pía Gutiérrez, del grupo de Universitarios, nos cuenta cómo es ponerse en la piel de Santa Bernardita, nuestra querida Patrona que acompaña a Apóstoles desde el 2007. ¡Gracias por tu testimonio!
Todos somos llamados a la Santidad de alguna forma. Dios nos va mostrando el camino con sus desafíos y bendiciones, solo hay que confiar en Él, y seguir adelante. Jesús mismo lo dijo en el evangelio de Marcos: “¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios…”! Y es que, Dios no se fija en lo externo, sino en el interior de nuestros corazones, en el interior de nuestras almas. Y justamente eso hizo con Bernardita Soubirous, a través de nuestra Madre María en la Advocación de Lourdes. Una niña de condición humilde que no sabía leer ni escribir, que tenía 14 años, que solo hablaba en dialecto, y que tuvo que soportar que la traten de mentirosa, de loca por decir ver a una Señora, y seguir sus indicaciones; una niña que fue puesta en la cárcel porque de alguna forma estaba haciendo escándalo al ir a una gruta en donde solo había basura, estiércol, donde dormían los animales. 18 fueron las apariciones, donde recién en la última la Virgen, reveló su identidad, y pidió que en procesión se construyera una Capilla.
Pía es un instrumento que María usa para que los que ven la obra de Lourdes en San Pedro de Colalo (Tucumán), puedan verse en su interior, y puedan cambiar lo que está oscuro. Muestra la sencillez de Bernardita, lo simple, la pureza del alma, del corazón, y nos transporta a otro tiempo en donde podemos viajar a 1858 en un abrir y cerrar de ojos.
¿Desde cuándo representás a Santa Bernardita en la obra que se hace en San Pedro de Colalao?
Pía: Represento a Bernardita Soubirous desde 2023.
¿Cómo fue que arrancaste? ¿Quién te propuso el papel?
Pía: Todo empezó con un casting que se realizó en la Gruta de Lourdes. El papel me lo propuso el Grupo de Lourdes, entre ellos la directora Graciela Weiss.
Vos que estás en Apóstoles, ¿podés volcar en palabras lo que sentís hacer de nuestra Patrona?
Pía: Aferrarse a la mano de María es dar un salto de fe con humildad, confiando en el camino más seguro. Ella nos recuerda que no estamos solos en nuestra fe, sino que somos parte de una comunidad guiada por Dios, una comunidad que tiene una Madre amorosa que cuida a sus hijos, les enseña y los conduce siempre hacia Él. Pedimos su intercesión porque ella, estando cerca de Dios, puede ayudarnos especialmente en nuestros momentos de distancia, guiándonos con ternura de regreso a su Hijo. Con su humildad y obediencia, nos muestra el camino más seguro para acercarnos a Dios.
¿Hacés algún tipo de preparación antes de actuar?
Pía: Nuestra directora, Graciela Weiss, siempre me guía hacia una preparación profunda y espiritual, confiando en María y en Dios. Cada ensayo se convierte en un recorrido de inmersión en los acontecimientos de Lourdes de 1858, llevándome a conectar, a través de la oración, con la experiencia de Bernadette y lo que ella vivió en esos momentos. Busco que cada ensayo sea un encuentro profundo con María, para que ella me guíe en cómo transmitir su mensaje con fidelidad y amor.
¿Por qué recomendás a la gente que vaya a ver la obra?
Pía: Invito a todos a ver la obra, porque cada vez que uno la ve, María tiene un mensaje especial para cada corazón. Su amor de Madre nos llega de una manera única, hablándonos personalmente y guiándonos hacia Jesús, el amor más grande que nos espera. Su mensaje no es sólo un recuerdo del pasado, sino un llamado vivo que sigue resonando en nuestras vidas hoy. Nos invita a la conversión, a la confianza y a la entrega, mostrándonos el camino de la humildad y la fe. Como Madre, que nos conoce en profundidad, sabe lo que cada uno necesita para dar ese paso que nos acerque a Dios. En cada función, su presencia nos envuelve con su ternura y nos recuerda que no estamos solos, que su intercesión nos acompaña y que su mayor deseo es conducirnos al encuentro con su Hijo.
