Durante la pasada Semana Santa, muchos chicos se sumaron a la propuesta de vivirla en comunidad, compartiendo momentos emocionantes con las comunidades a donde vamos de misión. En esta oportunidad se pudo vivenciar, con protocolos y cuidados, el Jueves y el Viernes Santo, días de sentimientos fuertes y mucha oración. En cada lugar, entregamos una «Guía de camino», un librito realizado por Apóstoles que contiene material para vivir día a día la semana más importante para los cristianos. Jueves Santo: Horco Molle y Alderetes Durante la tarde, Apóstoles estuvo en Horco Molle acompañando a la comunidad. Trabajamos con los niños los sucesos de cada día de la Semana Santa, mediante juegos y actividades interactivas con las que pudieron comprender mejor y disfrutar. En cuanto a los jóvenes y adultos, pudimos vivenciar la Visita a los Monumentos, compartiendo la importancia de acompañar a Jesús en este momento tan triste de su vida, viviéndolo como si estuviéramos allí con Él. A la noche pudimos acompañar al pueblo de Alderetes, quienes nos recibieron con mucha alegría y cariño. Primero, tuvimos una Celebración de La Palabra, viviendo así, el Lavatorio de Pies , donde pudimos darnos cuenta que hasta Cristo, el más grande de todos, vino a servir, dejando así patente lo que nos enseña Madre Teresa de Calcuta: “el que no vive para servir, no sirve para vivir». Al finalizar la misa, tuvimos un encuentro con Cristo cara a cara, junto a cantos y reflexiones, adoramos a Jesús, presente en La Eucaristía, donde se quedó aquel Jueves Santo. Viernes Santo: La Cruz Durante el Viernes Santo acompañamos a la comunidad de La Cruz, transitando junto a Jesús el «camino de la cruz» (Via Crucis) de manera vivencial, ya que algunos de los Apóstoles actuaron cada una de las estaciones. Estos momentos fueron acompañados de canciones y reflexiones, haciendo de este camino un profundo encuentro con Cristo que camina hacia la entrega de amor final. En la décimo segunda estación, al morir Cristo, el pueblo entero hizo silencio para entregar a los pies de la cruz sus dolores y angustias, y acompañando al Señor en su dolor. Quedando Cristo en el sepulcro, a la espera de la resurrección, finalizamos este momento. Volver a vivir la Semana Santa en cada una de estas comunidades fue un bálsamo para todo Apóstoles, extrañábamos compartir a Cristo con cada una de estas personas. Haber sido recibidos nuevamente con los brazos abiertos, luego de un año de dificultades para todos, de soledades y tristezas, fue sin lugar a dudas una alegría inmensa, y una recarga de energías para seguir estando dispuestos a acompañarlos en el camino.

¡Un fin de semana para los mas chicos!
Este fin de semana del 29 y 30 de julio, los grupos de Llamitas, Semillas