Para este tiempo de Adviento, Apóstoles de Lourdes decidió armar un pesebre en la vereda de nuestra sede para inspirar a todo aquel que transite por ahí a abrir las puertas del corazón a Jesús esta Navidad.
Para elaborarlo colaboraron tanto miembros de Apóstoles como vecinos de la zona, que al ver el pesebre se entusiasmaron y se acercaron a ofrecer su ayuda y diferentes elementos para completarlo.
¿Porqué es tan especial? Además de contar con la ayuda y apoyo de muchas personas del grupo y del barrio, este pesebre se hizo en tamaño real con ayuda de personas reales que sirvieron de molde para el armado de José y María.
Si, como leen. Con la ayuda de el ingenio y utilizando instrumentos odontológicos y yeso, dos miembros de Apóstoles prestaron su tiempo y buena disposición para dejarse moldear y quedar plasmados en la imagen de dos Santos sin igual. Andrea Aversano, Lucia Sáez y Ana Buffo, junto a otras madres y mujeres del grupo, lograron plasmar y crear esta imagen con paciencia y dedicación, de manera que sea lo más genuina posible.
La Navidad es un momento de alegría y unión para compartir, y este Pesebre es el perfecto ejemplo de aquello, dónde la gente se iba acercando con ese espíritu especial propio de esta época del año.
«Que en esta Navidad, el amor, la bondad y la generosidad entre todos sean un reflejo y una prolongación de la luz de Jesús, que desde la gruta de Belén ilumina nuestros corazones».
– Papa Francisco