A veces, no dimensionamos el alcance o el impacto de lo que uno hace. En este caso, hablo de las canciones de Apóstoles de Lourdes y -creo- uno no lo dimensiona, porque con esto no se busca fama ni alarde, sino que es simplemente es un medio de evangelización y -por supuesto-, mientras a más personas llegue el mensaje, mejor. Porque ese es el objetivo del apostolado: -«vayan y anuncien…» (Mc 16,15-18).
Un par de días más tarde, luego que se viralizó la canción “Quiero ayudarte niño”, surgió la posibilidad de viajar a Buenos Aires para cantarla junto a un gran grupo de gente en el Congreso de la Nación. Pero inmediatamente surgieron las preguntas ¿cómo haremos? ¿Cómo pagaremos los pasajes? ¡Esto es una locura!… Y en el fondo pensamos: – «y sí… realmente es una locura». Pero cuando esa locura es de Dios, nada puede frenarla.
Pude realmente comprobar la frase «haz lo que puedas que Dios hará el resto», porque literalmente fue de esa forma. Así como de la nada la canción se había viralizado, y también de la nada surgió la posibilidad de ir a cantarla al Congreso, de repente y también de la nada, el tema de los pasajes estaba resuelto. Ello nos convenció aún más de que era evidente la Providencia y la mano de Dios en todo esto.
Y así emprendimos nuestro viaje: Jóse, Agustín, Benji y yo.
No me alcanzan las palabras para explicar lo emocionante que fue llegar y encontrar tantos amigos que nosotros no conocíamos… Suena contradictorio… sí, pero es que así lo sentí yo. De repente, éramos un grupo enorme de gente unidos por un sólo y mismo motivo, cantando la canción nada más ni nada menos que ¡¡ en el Congreso de la Nación !!… con piano, guitarras, cajón peruano, armónica y hasta violín!!!… y con más de 100 voces unidas en una sola voz que, en su canto, no decía otra cosa más que SÍ A LA VIDA !!!
De repente, todo el trabajo que uno hace con tanto amor y tanta entrega, cobra sentido. De repente y en ese instante, pude ver que vale la pena, que no estamos solos , que en todo el país hay gente que -como nosotros- lleva el mismo mensaje y eso motiva, y motiva mucho.
Muy agradecido con Dios y con el grupo, de haber podido vivir algo tan lindo, y sabiendo ya que esto no termina acá, que esto recién es el comienzo.
Pero yo, en lo personal, ya encontré la motivación que necesitaba, pues descubrí que si bien hay mucho por hacer, muchos somos para hacerlo.